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Desmintiendo mitos de la alimentación veggie
La revolución verde es ya una realidad que se refleja en el auge de los libros de cocina vegetarianos y veganos, en el aumento del número de restaurantes especializados o que han añadido a su carta opciones veganas que se ha duplicado desde 2011 a 2018. Sin embargo, aún permanece en la mente colectiva ideas equivocadas o falsos mitos sobre lo que supone ser vegano. Hacemos un repaso a todos esos mitos para desmentirlos.
Las fuentes de proteínas para los veggies
Una de los grandes mitos de las alimentaciones veggies es que las personas que consumen poca o ninguna carne y pescado no ingieren las proteínas necesarias. La mayoría de las personas que incorporan carnes, pescados y mariscos en su dieta normalmente ingieren más proteínas de las necesarias, siguen dietas hiperprotéica, por lo que un veggie podría suplir su necesidad proteica prescindiendo de carnes y pescados. Asimismo, los flexiterianos obtienen las proteínas de los productos animales, pero los veganos y vegetarianos encuentran una fuente proteica en alimentos como legumbres, soja, brócoli, coles de Bruselas, maíz, remolacha y otros productos vegetales.
El calcio en la alimentación veggie
Existe en el imaginario general la idea de que el calcio sólo se encuentra en la leche de vaca, y este alimento no es el único que lo contiene. Hoy en día encontramos una gran variedad de bebidas vegetales con un alto contenido en calcio y otros nutrientes, como la leche de soja, de avena, de almendras o de nueces, entre otras. Es más, estos alimentos también ofrecen grandes beneficios como no contener lactosa ni colesterol, además de ser bajas en grasas.
La vitamina B12 y el veganismo
La vitamina B12 es el nutriente en eterna discordia en la alimentación veggie, especialmente para aquellas personas que siguen dietas vegana estrictas. La vitamina B12 es imprescindible para la formación de los glóbulos rojos y para el funcionamiento del sistema nervioso central y para la formación sangre y proteínas. Los vegetales no producen esta vitamina, sólo las bacterias, y los animales la obtienen al comer alimentos contaminados con ella. Por lo tanto, los veganos tienen que consumir los alimentos fortificados o suplementos para obtener la cantidad necesaria.